CONGLOMERADO para auxiliar
- Eduardo Cosme Hernández
- Sep 16
- 3 min read
Updated: Sep 18

Las prácticas constructivas y el esquema de espacios del nuevo Centro Integrado de Seguridad Pública (CISP), en Juana Díaz, garantizan un uso continuo del edificio y que, en caso de desastre, su estructura ni pestañee.
La administración municipal aprendió bien la lección que les dejaron el huracán María, los terremotos y la pandemia: la resiliencia salva vidas.
“El alcalde de Juana Díaz concibió una instalación dedicada a operaciones de emergencia diseñada no solo para la funcionalidad, sino también para la durabilidad, autonomía y coordinación regional. Esa visión se materializó en el Centro Integrado de Seguridad Pública Cándido Noel Pérez Morales, un complejo de última generación planeado para liderar durante momentos de crisis”, dice el memorial de este proyecto de la firma Architectural Sutdio.
El diseño de la estructura para albergar servicios de seguridad y respuesta ante desastres empezó en 2021 con sendas reuniones con funcionarios para reconocer necesidades y crear estrategias. Explican los arquitectos diseñadores, Brenda García y Jorge Ramírez Buxeda, que, en medio de ese proceso, el proyecto creció para añadir el componente de salud pública. El resultado fue un centro compuesto por tres edificios interconectados por un patio central: Centro de Manejo de Emergencias, Comandancia de la Policía Municipal, Centro de Manejo de Epidemiología y Centro de Operaciones de Emergencia -con zona de refugio y almacén. Y el refugio no es el típico espacio con catres; el CISP está preparado con facilidades completas para la estadía de la comunidad, para los funcionarios e incluso para el alcalde.
De modo que la inversión de $11.6 millones en el edificio se utiliza todo el año y no solamente en momentos de desastre.
“Esta es una tipología nueva; un conglomerado de agencias de primeros auxilios”, explica Ramírez sobre lo novedoso del programa de esta estructura, que suma 14, 221 pies cuadrados de construcción en un terreno de aproximadamente tres cuerdas.
“Y ese fue el reto: parece un solo edificio, pero no lo es. Las agencias están en el mismo sitio, pero no juntas, no revueltas”, añade su socia.


La instalación incluye sistemas de captación de agua de lluvia para uso no potable, techos verdes que gestionan aguas pluviales, accesorios de plomería de bajo consumo y sistemas de iluminación y HVAC de alta eficiencia.

Diseño tan seguro como amigable
La estructura se construyó en acero estructural y concreto armado expuesto y requiere de un menor mantenimiento. Se emplearon paneles prefabricados de concreto en la fachada noreste que funcionan como barreras térmicas y de protección para proteger la estructura. Hay persianas de aluminio en todas las fachadas exteriores que mitigan la entrada de rayos solares y protegen a la vez las ventanas de vidrio seguridad.
“Hay una mampara interrumpida en aluminio y funciona como tormentera en un espacio estratégico; ayuda a proteger el edificio. Por su naturaleza, este edificio se diseñó para que no pestañeara en caso de desastre. Tiene tres cisternas, dos generadores de energía y un sistema de telecomunicaciones; todo en un espacio bien protegido. Hay ventilación cruzada e iluminación natural. Y se dejó provisión para poner paneles solares, que son parte de otro proyecto”, apunta la arquitecta García.
Considerando que la estructura se usa de manera continua y hay funcionarios 24/7, los diseñadores crearon complementos que lo hacen sentir menos austero, menos tipo bunker. Desde el mismo patio central que permite la iluminación natural sin sacrificar la protección y dos espacios preparados para rooftop gardens. Y en el perímetro del CISP se hizo un proyecto de mitigación con la siembra de 150 árboles -tres veces la cantidad de los que había originalmente en el lote.
Por Militza Suárez Figueroa, Editora
Fotos Gil Stose y Paola Quevedo
Imágenes Architectural Studio


